La manera más sabia de enfrentarse a la vida y a la presión de ésta es la tranquilidad
Todos nos hemos sentido en
momentos de nuestra vida bajo presión y estrés y esto es necesario para
activarnos y poder llevar a cabo nuestros proyectos, pero ha que verlo desde la
tranquilidad y manteniendo la calma. Sin embargo hay que vivir con la presión y
la tranquilidad en equilibrio para poder hacer frente a cualquier eventualidad
que nos surja.
Las personas que viven en tranquilidad,
se preguntan sobre cuál es el objetivo a conseguir. Siempre hay recompensa por
el esfuerzo que invertimos en conseguir nuestras metas.
La motivación viene de uno mismo.
Debemos aprender a motivarnos y a mantenernos en este estado. Es un objetivo
claro en mente y esto también nos produce tensión. Nos hace gastar una gran
energía. Después de conseguir lo que se quiere, las personas que viven en
tranquilidad saben que su prioridad es descansar. Esto es muy importante, les
permite reponer fuerzas para continuar con sus propósitos. Y hay que celebrar
todos los logros. Es la manera de conseguir otros muchos.
Antes de comenzar cualquier
proyecto, las personas tranquilas se permiten momentos de reflexión, con el fin
de liberar todo lo negativo y concentrarse en lo que quieren. Si queremos algo
debemos mentalizarnos y seguir los pasos que hemos pensado y madurado para
lograrlo. Paso a paso es difícil que algo salga mal. Si así pasara, pues se
vuelve a intentar.
Debemos confiar en nosotros y en
nuestras posibilidades, visualizando nuestro objetivo e ignorando todo aquello
que pueda estancarnos.
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