¿ Nos están envenenando con el flúor ?

La fluoración es el mayor caso de fraude científico de este siglo –Robert Carlton, Premio Nobel de Medicina (2000)

Históricamente van forzando el fluoruro en los seres humanos a través de la fluoración del agua potable. Los gobiernos que añaden fluoruro al suministro de agua potable insisten en que es seguro, beneficioso y necesario. Pero la evidencia científica muestra que el flúor no es seguro para la ingesta y las áreas en que han fluorado su suministro de agua potable, sus habitantes tienen índices más altos de caries, cáncer, fluorosis dental, osteoporosis y otros problemas de salud.

En Bélgica este tratamiento de las aguas fue suspendido por la alta toxicidad del flúor.

Pero ¿por qué no se elimina estos tratamientos en los países que conservan esta práctica? Parece ser que existen intereses económicos e incluso militares-industriales.

Ya en la segunda guerra mundial, los químicos alemanes explicaron su intento de controlar a la población en una zona determinada a través de la medicación masiva del agua potable con fluoruro de sodio, una táctica usada también en los campamentos de prisioneros de guerra alemanes y en rusos para hacer a los prisioneros “estúpidos y dóciles”.

Durante la guerra, los químicos habían desarrollado planes para fluorar los países ocupados ya que se comprobó que la fluoración causó ligeros daños en una parte específica del cerebro, haciendo más difícil para la persona afectada,  que ésta defendiera su libertad y causando que la persona lleguase a ser más dócil  a la autoridad.

El flúor hoy en día sigue siendo una de las sustancias anti-psicóticas más fuertes de las conocidas y está contenida en un 25% de los tranquilizantes.

Hoy en día el flúor es un ingrediente activo de plaguicidas fluorados, fungicidas, raticidas, anestésicos, tranquilizantes, medicamentos fluorados, y un número de productos industriales y domésticos, geles fluorados dentales, enjuagues y pastas dentales.

El fluoruro forma una gran parte de un ingreso multimillonario industrial y farmacéutico, con lo cual será difícil que se erradicar su  uso, a lo más estrictamente indispensable.

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