Enviar el correo ha sido muy histórico e importante desde hace siglos y el hombre se ha valido de muchos medios para ello
En Alaska y Canadá se utilizaron
perros que tiraban de trineos en los que transportaban el correo. En Alaska
también se utilizaron renos. Las palomas también se han utilizado para
transmitir mensajes, como fue en la antigua Grecia. En Rusia, el servicio postal
incluía caballos.
Pero no sabemos en que estarían
pensando los superiores de la oficina de correos de Lieja (Bélgica) donde
contrataron a 37 gatos para repartir el correo en el año 1879. Las cartas se
colocaban alrededor de los cuellos de los mininos dentro de bolsas impermeables
para que los habitantes de Lieja y de las localidades circundantes pudieran
estar en contacto. En New York Times ya informó en su momento de que había un
peligro, pues los perros eran los enemigos más temibles de los gatos y el
mensaje a lo mejor no llegaba.
¿El resultado? Pues parece ser
que uno de los lindos gatitos fue muy responsable y entregó su carta en menos
de cinco horas, pero los demás…. Naturalmente los gatos, parece que nunca
tienen prisa y tampoco mucho interés por algunas cosas, con lo cual algunos
tardaron hasta un día para llegar con el mensaje a sus casas. Fueron
despedidos, tal vez por eso y en consecuencia el servicio postal con gatos no
duró mucho, pero si gano en eficacia.
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